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Foto del escritorMónica Lestón

SESGOS QUE TE IMPIDEN SER TÚ MISMO

"No temas mostrarte como eres. Sé tú mismo y serás feliz"

Estos sesgos limitan tu pensamiento. Si aprendes a identificarlos, dejarás de cometer errores, mejorarás la calidad de tu pensamiento y vencerás tus límites.


  1. Gana en flexibilidad. Revisa tus esquemas y los estereotipos en los que basas tus decisiones y comportamientos. Adopta un pensamiento más flexible, dejando de lado el pensamiento dicotómico (por ejemplo, bueno-malo, alto-bajo). No lleves al extremo, no simplifiques, no juzgues, no te precipites. Observa y analiza. Adopta una actitud abierta y receptiva. No intentes etiquetar, catalogar y clasificar lo que te ocurre. Observa y analiza con perspectiva y curiosidad. Las palabras "todo", "nada", "siempre" y "nunca" son un claro indicador de que has perdido la perspectiva. Indican que estás generalizando, que analizas parcialmente y que no das oportunidad a un cambio o a una alternativa, ya que esperas que ocurra lo de siempre y que nada cambie. 

  2. Analiza (sin carga emocional) lo que te ocurre. No eres el centro del universo, no todo está relacionado contigo. No personalices, no magnifiques, no des más importancia a las cosas de la que tienen. No busques la aceptación de las personas que te rodean a cualquier precio, no te olvides de ti y de tus necesidades. Contextualiza y relativiza. Analiza en qué áreas puedes influir y en cuáles no. A veces creemos que somos los causantes de algo cuando en realidad no es así.

  3. Acepta que eres auténtico. Ten criterio propio y encuentra el grupo y el lugar donde encajas y donde acepten tu idiosincrasia. No hagas lo que todos esperan que hagas. Acéptate, no te dejes presionar por la moda, por tus amigos, por el deber... Elige con autoconfianza, aceptándote a ti mismo. Toma tus propias decisiones, preocúpate por aprender a tomar decisiones. Analiza y aprende de tus errores. A veces confundimos el cómo soy con el cómo tendría que ser. No prestan atención a sus necesidades y no tienen criterio propio. Busca dentro de ti, conócete, acepta lo bueno y tolera algunas debilidades. No adoptes un papel. Sé auténtico, acéptate y muéstrate tal cual eres.

  4. Confía en ti mismo. Confía en ti y comprueba periódicamente que puedes seguir confiando en ti mismo. Cultívate, aprende, analiza y piensa. Cuestiónate, siempre tienes algo que mejorar, desarrollar o aprender. Siempre puedes aprender. Abre los ojos y busca modelos más acertados que el tuyo. No te sobrevalores ni te infravalores. Sé reflexivo. Ten en cuenta otros enfoques y otros puntos de vista, analízalos. Aprende a dialogar y debatir. Escoge el modelo más adecuado y déjate inspirar por lo mejor de cada persona.

  5. No seas iluso ni temeroso. A menudo caemos en la ingenuidad o en la paranoia. La ilusión y el miedo te hacen perder la perspectiva, distorsionando la realidad en consonancia con lo que deseas o evitas. Depositamos nuestra confianza en quien no debemos y desconfiamos de una persona repleta de buenas intenciones. Analiza tus relaciones y las personas que conoces. Disfruta de las relaciones positivas y aléjate de las personas tóxicas para no tener que seguir perdonándolas, disculpándolas, enfadándote, sufriendo... Desarrolla tu pensamiento, huye de la asociación simple, no simplifiques, enriquece y contempla diferentes alternativas. Desarrollar la calidad de tu pensamiento te permitirá anticipar el futuro y aprender de lo que te ha ocurrido. No saques conclusiones fuera de contexto ni te fijes únicamente en lo posible.

  6. Desarrolla tu capacidad de análisis. Analízalo todo. Busca el porqué de lo que ocurre y de lo que no. No te engañes, planta cara a la verdad y gestiona tu vida.

  7. Focaliza tu atención, no te disperses. Concéntrate en lo importante y relega lo secundario. Dedica tiempo y espacio a cada cosa. La falta de atención provoca numerosos errores. Si quieres resultados extraordinarios, empléate a fondo, en profundidad.

  8. Aprende a pensar con perspectiva. Mira la vida de forma que tenga sentido para ti mismo y para quienes te rodean. Tu estado de ánimo determinará tu percepción. Si estás triste, te pondrás unas gafas oscuras que filtrarán la realidad para que lo bueno te parezca mediocre. Esta distorsión también ocurre cuando tienes una emoción positiva. Piensa con perspectiva. De tus percepciones nacerán ideas. Unas serán motores de acción, mientras que otras te frenarán y te paralizarán. Unas tendrán una base sólida y creíble, otras estarán basadas en el miedo, la inseguridad o el interés de otra persona. Si mantienes la perspectiva las identificarás adecuadamente.





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