"Céntrate en lo que tienes y no en lo que te falta"
Damos mucha importancia a tener un peso bajo, sobre todo las mujeres, para amoldarnos a unos estereotipos externos. El resultado puede ser frustrante porque condiciona nuestra vida y nos hace sentir que estamos fallando. La salida a esta trampa es aprender a querernos y querernos más.
Necesitamos sentirnos queridos y valorados por los demás y por nosotros mismos, pero cuando esa sensación de valía está demasiado centrada en un aspecto como puede ser el físico, somos más vulnerables. Muchas personas emplean su cuerpo como una tabla de salvación porque creen que el peso es más fácil de controlar que el mundo emocional.
La obsesión por adelgazar también esconde un problema de autoestima. Somos seres sociales y una baja autoestima nos lleva a angustiarnos por lo que los demás piensen y sienten con respecto a nosotros.
Tenemos la capacidad de reflexionar, de observarnos mientras actuamos y, por tanto, de transformarnos y mejorarnos. El problema surge cuando utilizamos esa capacidad para criticarnos e infravalorarnos, para hacernos la vida imposible e incómoda. Tememos al rechazo, rechazamos el fracaso.
El tipo de relaciones que mantenemos con los demás dependen de la imagen que tenemos de nuestro cuerpo, por eso caemos en la trampa de la delgadez y las dietas. Nuestra imagen la constituyen, en primer lugar, las relaciones entre padres e hijos (formación de la autoestima), pero cuando crecemos
ámbitos como el colegio, los amigos, los comentarios, la televisión, las revistas con modelos delgadas... acaban de conformarla.
Aprende a quererte. No uses la comida como una tapadera a tus emociones. Expresa lo que sientes. No des importancia a las imperfecciones, a las arrugas, a los kilos... Deja de imaginar que tu vida hubiera sido diferente si hubieras sido delgado. No focalices tu atención en lo que le sobra o le falta a tu cuerpo, ya que lo realmente importante es lo que sí poseemos y podemos potenciar.
Crea tu propia identidad. Especialmente sobre la mujer hay muchas presiones. Se desvaloriza lo femenino desde la moda, el cine, o la industria mostrando cuerpos extremadamente delgados. Esto va en contra de la feminidad y le arrebata a la mujer el poder de crear su identidad femenina. Tenemos que empezar a pensarnos y querernos de otra manera.
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