"La tristeza es un alto en el camino para asimilar la pérdida, recuperar la energía y abrirnos a una nueva vida"
La tristeza es un sentimiento negativo que implica decaimiento en el estado de ánimo y disminución en la capacidad de pensar y de actuar. Surge cuando tenemos una pérdida, nos hacen daño o sufrimos un perjuicio. Miramos al pasado para aceptar lo que se ha ido. Tienen un efecto protector y reparador, reducimos el nivel de actividad porque estamos vulnerables y parece que los acontecimientos nos superan. Perdemos el gusto por las cosas. Nos impulsa a abandonar los objetivos improductivos o inviables y a tomarnos tiempo para reconsiderar nuevos horizontes.
La tristeza es tramposa: sentimos alegría por un momento pasado feliz y a su vez tristeza al sentir que ese momento se quedó atrás.
PARA QUÉ SIRVE
Disminuye el ritmo de actividad.. Minimiza la capacidad de pensar y actuar. Economiza energía y la destina a funciones vitales imprescindibles.
Dirige la atención hacia uno mismo. Para consolarnos y cuidarnos a nosotros mismos.
Acentúa el cuidado de uno mismo. Nos ayuda a aflojar, soltar lastre y permitirnos un tiempo para la recuperación.
Atenúa la atención. No nos interesa lo que sucede alrededor, lo que favorece el aislamiento y el ahorro de energía.
Favorece la introspección. Sirve para mirar el interior y hacer un análisis constructivo de lo sucedido y ver lo que podemos cambiar.
Elabora una pérdida. Reconocer la pérdida nos permite ver lo que tenemos en el presente.
Busca nuevas metas.
Favorece la cohesión con otras personas. En especial con los que se encuentran en las mismas circunstancias, porque la comunicación consuela.
Activa el altruismo. La persona con tristeza genera empatía y anima a prestar ayuda.
El duelo es el punto de partida de la recuperación. A través de él se van sanando las heridas, se asimila y se reconstruye la vida en torno a una nueva situación. A veces es un proceso difícil que conlleva varias etapas: negación (no aceptamos lo sucedido), tristeza (nos damos cuenta de la realidad), ira (enfado al admitir que las cosas no son como uno desea), regateo (nos planteamos cómo sería el mundo si hubiéramos actuado de otra manera) y salida del duelo (podemos empezar a reconstruir nuestra vida)
Facilita la vuelta a la serenidad. El objetivo de la tristeza es admitir la pérdida, reintegrar la energía en nosotros mismos, pero sobre todo nos dirige hacia la serenidad cuando reconocemos lo que de verdad podemos hacer y renunciamos a lo imposible.
QUÉ NOS ENTRISTECE
La separación física o psicológica.
Abandonar una meta valiosa. Enfrentarse al fracaso.
Cuando surge algo que no deseamos. Fallecimientos, pérdidas, accidentes, quiebra de un negocio...
El dolor y las enfermedades crónicas.
La ausencia de actividades placenteras.
Un patrón de personalidad. Hay personas más sensibles ante la adversidad. La tendencia a la culpabilidad, el exceso de extroversión, el pesimismo, la personalidad melancólica (definida por su excesivo afán de orden, sobriedad, sentido del deber y prudencia), baja autovaloración.
Indefensión aprendida. Cuando crees que no puedes hacer nada, que tus conductas no tendrán repercusión en la situación y que no tendrás los resultados esperados.
Algunos factores relacionados con nuestra conducta. Hacen que estemos más apáticos y desanimados y falta de refuerzo positivo en los ambientes en que nos movemos.
Contexto sociocultural.
Significado de lo sucedido. Cuando lo que nos pone triste es muy importante para nosotros y tenemos que renunciar a nuestras metas y buscar otras nuevas.
LA TRISTEZA PATOLÓGICA
El ejemplo más claro de tristeza patológica es la depresión. Supone un fuerte sentimiento de melancolía y frustración que lleva a la apatía y a la imposibilidad de experimentar placer y realizar actividades que le ayuden a salir del bache. Esto aumenta la tristeza y la mala percepción de sí mismos. Muchas veces, las enfermedades emocionales conviven con trastornos somáticos como dolores de cabeza, insomnio, falta de menstruación, problemas digestivos, taquicardias, pero sobre todo con una gran sensación de cansancio crónico.
Comments