"Los niños pierden la ilusión del regalo. Tienen de todo y nunca valoran nada"
El niño hiperregalado recibe una avalancha de regalos en un mismo día y es incapaz de concentrarse en ninguno. Esto provoca que se disperse y que llegue a perder la ilusión, llegando a frustrarse, mostrándose apático, enfadado y con quejas del tipo "esto no es lo que quería".
Es habitual que aparezca el síndrome del niño hiperregalado en cumpleaños, Navidad o Reyes, pero también en niños que pasan poco tiempo con sus padres, como una manera de suplir la falta de atención o cuando se los quiere premiar constantemente y se recurre a objetos materiales. También hay niños hiperregalados de padres separados que se sienten culpables de la situación y temen perder su afecto.
Con el exceso de regalos se les transmiten valores negativos, como dar poco o ningún valor a las cosas, pensar que todo se puede conseguir fácilmente y que no se tendrán que esforzar para conseguir lo que desean, volviéndose cómodos, frustrados, con falta de imaginación e ilusión, consumistas y caprichosos, dando importancia solamente a lo material. Estas características los acompañarán cuando sean adultos y se reflejarán en todas las facetas de su vida.
Los adultos que hiperregalan sin límites dan a entender a los niños que no existen nornmas y que no tienen ninguna responsabilidad de ganarse las cosas que quieren. Los niños creen que los padres deben cumplir sus deseos. No conocen el valor del esfuerzo ni lo que cuesta conseguir las cosas. Esto hace que peligre su maduración a nivel afectivo.
QUÉ HACER PARA EVITAR HIPERREGALAR
Es importante que los padres sepan decir "NO" y que los niños entiendan qué es lo que se puede y no se puede hacer y tener. Este "no" debe ser coherente y debe ser explicado al niño con claridad sin imponer la regla de "porque lo digo yo". Gracias a este "no" los niños:
Experimentan con los sentimientos que se dan cuando las demandas o necesidades propias no están satisfechas. Son sensaciones normales en la vida cotidiana y que tienen aspectos positivos en la crianza.Gracias al "no", los niños aprenden que las cosas hay que ganárselas y que para ello hay que respetar unas normas.
Los padres han de tener paciencia. Es probable que surjan rabietas cuando quiere algo y no se lo das. Los padres han de actuar con calma y autocontrol. Cuando el niño está tranquilo se le enseña que así no se consigue nada. Cuando los padres no cumplen las demandas del niño no deben sentirse mal, sino que gracias a ello están forjando el carácter de su hijo y esto es más importante que darle todos los caprichos que pide. El niño lo agradecerá en el futuro.
EL LÍMITE DE LOS 4 REGALOS
Desde hace unos años, educadores, psicólogos y padres han difundido la regla de los 4 regalos, una medida con la que poner un poco de cordura y no saturar a los niños con muchos regalos, además de evitar comprarles juguetes u otras cosas que no llegue a usar nunca y que queden vagando por la casa. Esta regla consiste en obsequiar a los niños en Navidad con:
Un objeto que pueda llevar: algo de ropa como unas zapatillas, una camiseta, una sudadera...
Un libro: para fomentar la lectura y siempre dependiendo de la edad.
Lo que más deseen: ese regalo que les hace más ilusión.
Algo que necesite: material escolar, productos de aseo...
Si es posible, es una buena idea recibir algo para otros niños de la familia o algún niño que pueda necesitarlo. Es una buena oportunidad para educar en valores como saber compartir, la amistad, la solidaridad, la bondad, la generosidad, la gratitud, la empatía y muchas otras capacidades positivas que le acompañarán en su vida adulta.
Apuesta por juguetes que alimenten su creatividad y con los que jugar juntos.
CONSEJOS PRÁCTICOS
Dedica un rato a escribir la carta a los Reyes para conocer qué es lo que más desean y qué les hace ilusión, pero también para pasar tiempo con ellos, conocerlos un poco mejor, cuidar el vínculo de amor, educarles en aspectos como la moderación, la solidaridad, la toma de decisiones o el establecimiento de prioridades.Enseñarles a razonar, comentarles de antemano que en estas fechas los Reyes Magos o Papá Noel tienen que atender las peticiones de muchos niños y es posible que no puedan traer todo lo que desearían.Hablarles de lo afortunados que son por recibir regalos, pero sobre todo por tener personas a su alrededor que los cuidan y los quieren. Si la avalancha de juguetes por parte de familiares y amigos es enorme y no se puede evitar, se puede ir dosificando la entrega en varios días, para que puedan centrar su atención y disfrutar más de los regalos, aunque lo mejor es ponerse de acuerdo con éstos para evitar que se produzca esta situación.
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