"No hay niños malos, sino malos estilos de crianza"
Hay 4 tipos de padres:
Autoritario. Son exigentes pero no responden a las demandas de sus hijos. Quieren hijos obedientes y sus estándares son muy altos. Los hijos de padres autoritarios suelen ser buenos en el colegio, pero a veces sufren de baja autoestima, depresión o bajas destrezas sociales.
Democrático. Son exigentes y responden a las demandas de sus hijos. Tienen estándares altos pero se apoyan en la disciplina. Sus hijos están socialmente e intelectualmente en la media.
Permisivo. No enseñan a sus hijos a madurar aunque suelen responder a sus demandas. Suelen tener problemas en el colegios y mal comportamiento.
Negligente. Nunca responden a las demandas de sus hijos ni exigen nada. Son niños pobres en todas las áreas.
SIN ULTIMÁTUMS
Mal estilo de crianza. No hay niños malos, hay un mal estilo de crianza.
Luchas de poder. Si no quieres pelear, no lo harás. Olvídate del "yo gano" y piensa que todo irá mejor si todos ganan.
No los avergüences.
Los niños son buenos. Aunque prueben los límites y normas, no son manipuladores ni malos. Para los niños, es una manera más de crecer.
Enséñalos, guíalos y edúcalos. No los castigues y observa si necesitan más disciplina. Intenta encontrar maneras para manejar las situaciones difíciles. No los etiquetes con palabras como "manipulador", "malo", "terrible". Recuerda que son solo niños. No te pongas nervioso, con el tiempo llamará menos la atención y controlará su enfado.
Las quejas son una respuesta a algo. La queja puede ser una señal de independencia o de que ésta se está desarrollando.
Contextualiza el mal comportamiento. Puede ser que algún suceso haya producido un cambio en el comportamiento de tu hijo.
Lo que te lleva al límite. Es importante saber cuál es tu límite y por qué se produce: has dormido mal, necesitas hacer ejercicio, estás estresado... Escucha a tu cuerpo y pide ayuda si lo necesitas.
Dale señales de que lo estás escuchando. Es importante que, cuando tu hijo te habla, muestres que lo estás escuchando, incluso aunque no lo estés haciendo. Repítele lo que crees haber escuchado "Me has dicho que quieres un caramelo, pero....". Explícale porqué se puede o no se puede hacer lo que pide. Si lo respetas, él también te respetará.
EJEMPLOS DE NO-ULTIMATUMS Y ALTERNATIVAS
Si tu hijo quiere algo y tú no, aléjalo, distráelo, usa el humor. Cuando digas no, mantén la calma. Muéstrale lo que puede hacer. Si lo vuelve a hacer dile otra vez que no, sin estrés. Puede ser que tengas que intentarlo varias veces hasta que lo entienda.
Hay casos que se consideran inaceptables, cuando muerde o hace daño a los demás. En estos casos debes mantenerte firme y decirle "NO" con fuerza, haz que te mire. Dile que pida perdón por el daño causado y no uses la fuerza física. La respuesta debe ser rápida, porque los niños olvidan en poco tiempo. Al principio, pueden no entender el significado de pedir perdón, pero con el tiempo lo aprenderán y empatizarán con los demás.
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