"La depresión es una cárcel en la cual el que la sufre es a la vez el prisionero y el carcelero"
Todos nos hemos sentido tristes en algún momento de nuestras vidas, pero algunas personas experimentan estos síntomas con más intensidad durante un largo periodo de tiempo y sin motivo aparente. Si tenemos en cuenta la razón o causa de la depresión podemos distinguir dos tipos: la depresión endógena (que surge dentro de nosotros) y la depresión exógena o reactiva (que es una reacción a un estímulo externo).
DEPRESIÓN ENDÓGENA
Se presenta en personas con una predisposición biológica (causas genéticas) que los hace más vulnerables a presentar síntomas depresivos. Suele ocurrir debido a cambios bioquímicos dentro del cuerpo humano. En algunos casos, la persona se ve afectada desde el nacimiento con niveles de estrés elevados.
Ocurre sin ningún motivo aparente y se suele acompañar de sentimientos de culpa, inutilidad e incapacidad para disfrutar de cosas que anteriormente resultaban placenteras.
Síntomas relacionados con la depresión endógena:
Dolores en diferentes partes del cuerpo
Problemas de sueño
Fatiga prolongada
Sentimiento de inutilidad
Irritabilidad
Muy baja motivación
Cansancio continuo
Cambios de humor muy bruscos
Llanto fácil
Aislarse de situaciones sociales
Disminución del apetito sexual
Despreocupación por el cuidado personal
Desinterés en las actividades diarias o el trabajo
Disminución de los niveles de concentración
Olvidar cosas rutinarias
No ser capaz de tomar decisiones de forma correcta a tiempo
Actitud pesimista
DEPRESIÓN EXÓGENA O REACTIVA
Está relacionada con un suceso en concreto o con las circunstancias que lo provocan. Esta depresión causa preocupación en quien la sufre y si persiste durante un periodo de tiempo excesivo deberá ser tratada para que disminuyan los síntomas depresivos y esa persona pueda volver a la normalidad. Es una depresión temporal si remite o se trata, pero si no se recibe el tratamiento adecuado, los síntomas pueden persistir e interferir significativamente con el funcionamiento diario (trabajo, escuela, relaciones...)
Se desencadena generalmente por un factor estresante externo, como por ejemplo la pérdida de un ser querido, un divorcio, pérdida de un empleo, dificultades relacionales, etc. Suelen aparecer síntomas físicos, como trastornos del sueño o del apetito.
Síntomas relacionados con la depresión exógena:
Enfado: algunas personas se sienten enfadadas como resultado de ese evento estresante
Ansiedad, tristeza
Cambios en el apetito: comer en exceso o muy poco
Confusión: la persona puede presentar problemas de memoria y confusión general
Llanto fácil
Desesperanza sobre la vida y el futuro
Problemas de sueño
Irritabilidad
Dolores de cabeza
Palpitaciones
Aislamiento social
Preocupación sobre el futuro
En algunos casos hay pensamientos suicidas
Problemas gastrointestinales
CARACTERÍSTICAS COMUNES
La depresión, ya sea endógena o exógena, casi siempre se desencadena a partir de algún factor estresante. Esto quiere decir que si una persona tiene predisposición genética y/o bioquímica hacia la depresión, un factor estresante vital e importante puede hacer que aparezca.
Algunas depresiones consideradas endógenas no lo son realmente. Para identificar el evento o cúmulo de circunstancias que la han desencadenado se necesita tiempo y cuando no se dispone del tiempo necesario o no se encuentra la asociación, puede atribuirse a causas biológicas o genéticas (internas). Esto tiene consecuencias importantes, ya que se adoptaría un rol pasivo sin realizar el tratamiento adecuado para superar su estado depresivo.
TRATAMIENTO DE LA DEPRESIÓN ENDÓGENA
Es necesario combinar medicación y psicoterapia, aunque los estudios demuestran que los fármacos son especialmente eficaces en este tipo de depresión.
Los psicofármacos más utilizados son los inhibidores selectivos de recaptación de serotonina ISRS (paroxetina, fluoxetina, sertralina, escitalopram, citalopram) y los inhibidores de la recaptación de serotonina y noradrenalina IRSN (venlafaxina, duloxetina, desvenlafaxina), que suelen producir al principio dolores de cabeza, náuseas e insomnio. En algunos casos se pueden prescribir antidepresivos tricíclicos (trimipamina, imipramina o nortriptilina), pero es menos frecuente porque presentan efectos secundarios más serios, como somnolencia, mareos y ganacia de peso.
Normalmente es necesario tomar la medicación durante un mínimo de 4 o 6 semanas para ver mejorías. Una vez que los síntomas han mejorado, se debe continuar tomando la medicación hasta que el especialista lo indique, ya que dejar de tomar la medicación provoca síntomas de abstinencia.
La psicoterapia ayuda a afrontar la depresión y determinados factores relacionados con ella. Los dos tipos principales de psicoterapia son la terapia cognitivo-conductual y la interpersonal.
La terapia cognitivo-conductual ayuda a sustituir los pensamientos negativos por otros positivos y sanos. Practicando el pensamiento positivo y limitando el negativo aprenderemos a mejorar la forma de actuar ante las situaciones negativas.
La terapia interpersonal se centra en trabajar las relaciones problemáticas que pueden contribuir a la depresión, ya que si estas mejoran, los síntomas depresivos también lo harán.
En la mayor parte de los casos, la mejor opción de tratamiento combinará medicación y psicoterapia.
TRATAMIENTO DE LA DEPRESIÓN EXÓGENA
La depresión exógena o reactiva se beneficia especialmente de la psicoterapia. Durante la sesión de psicoterapia, el profesional abordará el evento estresante que desencadenó la depresión y la forma en que el paciente la enfrentó para ayudar a crear nuevas estrategias de afrontamiento ante este y futuros eventos negativos.
Desde el punto de vista farmacológico existen varias opciones: los antidepresivos tricíclicos o los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). Es difícil acertar con la dosis y el fármaco más efectivo en cada caso y esto puede demorar un tiempo.
Debemos tener en cuenta que:
La depresión es una enfermedad que debe ser tratada por profesionales.
El tratamiento debe ser individualizado, ya que lo que funciona en unos puede no funcionar en otros.
El deporte tiene efecto antidepresivo.
Terapias alternativas como la meditación pueden funcionar en algunos casos.
Se puede salir de la depresión y millones de personas cada año logran vencerla.
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