"Cuando se presenta de forma esporádica, el dolor de cabeza entra dentro de la normalidad; si se repite con frecuencia y es muy intenso puede llegar a ser invalidante y a convertir la vida en un infierno"
Los dolores de cabeza son causa frecuente de consulta médica. Sin embargo, no todos son iguales. Pueden estar causados por alguna enfermedad, por estrés o ser de tipo genético.
Hay dos grandes tipos de cefalea:
Primarias: el dolor de cabeza es en sí mismo una enfermedad.
Secundarias: el dolor de cabeza es consecuencia de otra enfermedad (por ejemplo una gripe o un tumor cerebral).
CEFALEAS PRIMARIAS
Cefalea tensional. Es muy común. Se presenta con presión en la cabeza (dolor opresivo). Suele afectar a las dos mitades de la cabeza. Sus causas pueden ser variadas (estrés, fatiga, ansiedad, exceso de café o tabaco). Puede ocurrir a cualquier edad, pero es más común en adolescentes y adultos.
Migraña o jaqueca. Suele aparecer como ataques recurrentes de dolor en un lado de la cabeza, que puede variar en su frecuencia, intensidad y duración. Se suele presentar junto a náuseas, vómitos y molestias hacia luz y ruido. Es de origen genético y es crónica y episódica. Próximamente hablaré sobre este tema, ya que hay distintos tipos de migraña con diferentes características.
Cefalea tusígena primaria. Surge como consecuencia de la tos, aunque también puede ocurrir por maniobras de valsalva, cuando intentamos exhalar aire con la glotis cerrada o con la boca y nariz cerradas. Es producto de una acción que se va repitiendo una y otra vez sin darnos cuenta, de un mal hábito. Puede surgir, por ejemplo, al estornudar, reírse, agacharse, llorar, entrenar con pesas... Aparece de forma súbita justo después del golpe de tos y puede afectar a una o a ambas partes de la cabeza. El dolor puede ser opresivo o punzante y la duración e intensidad pueden variar dependiendo de cada caso.
Cefalea primaria por esfuerzo físico. Está causada por el esfuerzo físico prolongado. Es más frecuente en hombres y ni el tipo de ejercicio ni la condición física influyen en su aparición. Suele aparecer dolor bilateral y pulsátil que, en ocasiones, aparece junto a náuseas y vómitos. Suele iniciarse en el momento de máximo esfuerzo físico y mejora cuando cesa la actividad física.
Cefalea asociada con la actividad sexual. Tiene su origen en las relaciones íntimas. Los síntomas son bilaterales y el dolor puede ser opresivo, punzante o pulsátil. Puede ir acompañado de taquicardia, acaloramiento, náuseas, rubor facial o incluso mareos. Suele durar entre 30 y 60 minutos y se puede presentar antes, durante o después del orgasmo.
Cefalea en trueno primaria. Puede iniciarse tras un esfuerzo físico de intensidad elevada o por mantener relaciones íntimas. Es un tipo de cefalea explosiva que tiene inicio brusco y que alcanza su máxima intensidad en los primeros minutos. Su intensidad es de moderada a grave y puede presentarse en cualquier lugar de la cabeza, especialmente la zona occipital (parte trasera). En ocasiones se presenta junto a sensibilidad a la luz y al sonido y junto a náuseas y vómitos.
Cefalea por crioestímulo. Se produce al entrar en contacto con algo frío, ya sea inhalado, ingerido o colocado en la parte externa de la cabeza. El dolor se localiza en la frente, concretamente en la zona media. Es de tipo punzante y de corta duración y es común en quienes sufren migraña.
Cefalea por presión externa. Aparece debido a la compresión de la cabeza de forma ininterrumpida en las partes blandas pericraneales (como por ejemplo por llevar casco, gorra o gafas). Es dolor aparece en el punto de compresión externa y suele remitir antes de los 60 minutos siguientes a la liberación de la compresión que lo ha provocado.
Cefalea punzante primaria. Es un dolor de tipo punzante, generalmente intenso y de localización concreta (frontal o temporal, es decir, a los lados), aunque también puede cambiar de localización. Aparece de manera espontánea por hacer algunas maniobras (movimientos de cabeza, cambios de postura...)
Cefalea numular. Se localiza solamente en el cuero cabelludo y es de carácter crónico. Su duración puede ser variable. El dolor es en forma de moneda, con un contorno perfecto, un tamaño redondo y fijo de entre 1 y 6 centímetros de diámetro.
Cefalea hípnica. Aparece durante el sueño (nocturno y siestas) e interrumpe el mismo. Aparece generalmente en mayores de 50 años aunque, ocasionalmente, pueden padecerlo personas más jóvenes. Dura entre media hora y 3 horas y el dolor puede ser de muchos tipos.
Cefalea diaria persistente de novo. Se conoce también como cefalea crónica diaria de inicio reciente y es bastante inusual. Los síntomas son parecidos a los de la migraña o la cefalea tensional aunque, a menudo, suelen parecerse a esta última. Aparece de forma repentina y los síntomas se manifiestan diariamente y de forma ininterrumpida.
Cefalea en racimos. Es uno de los tipos de cefalea más dolorosos. Los dolores de cabeza en brotes generalmente te despiertan en medio de la noche con un dolor intenso en un ojo o alrededor de éste a un lado de la cabeza. Los brotes pueden durar semanas o meses, generalmente seguidos de periodos de remisión cuando los dolores desaparecen. Este tipo de cefalea es poco frecuente. Los tratamientos pueden acortar y aliviar la gravedad de estos ataques de dolor de cabeza y con la medicación se puede reducir el número de dolores de cabeza.
CEFALEAS SECUNDARIAS
Cefalea debida a traumatismo craneal o cervical. Son las más habituales y pueden aparecer tras un traumatismo o latigazo del cuello. El dolor de cabeza se puede presentar solo o junto a síntomas como mareos, falta de concentración o enlentecimiento motor.
Cefalea debida a trastorno vascular craneal y/o cervical. Suele aparecer junto a trastornos vasculares o cervicales como, por ejemplo, un ictus.
Cefalea debida a trastorno intracraneal no vascular. Su causa son trastornos intracraneales no pertenecientes al grupo anterior.
Cefalea debida a la administración o supresión de una sustancia, es decir, debido al uso de medicamentos o retirada de éstos.
Cefalea atribuida a infección como, por ejemplo, la gripe.
Cefalea tribuida a trastorno de la homeostasis, como cefalea de las grandes alturas, cefalea por inmersión o cefalea por apnea del sueño.
Cefalea o dolor facial atribuida a trastorno del cráneo, cuello, ojos, oídos, nariz, senos paranasales, dientes, boca o estructuras faciales o craneales.
Cefalea atribuida a trastorno psiquiátrico, como depresión o ansiedad.
Debido a la existencia de muchos tipos de cefaleas, no existe una solución universal para paliar síntomas y malestar. Es importante intervenir sobre el problema de base para reducir, al menos, el número de cefaleas. Podemos mejorar la dieta, descansar más, reposar la vista... En cualquier caso, es importante contar con supervisión médica y diagnóstico para atacar el problema desde la raíz.
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