"La violencia en el ser humano es innata, pero la magnitud de la violencia en asesinos seriales es consecuencia de su genética y del ambiente social"
La violencia en los asesinos en serie se desencadena a debido a factores genéticos (principio de la conducta antisocial) y al medio social.
El asesino en serie mata en distintas circunstancias a tres o más personas con un intervalo de tiempo entre cada uno de los crímenes (enfriamiento).
La excepción son los pseudo-asesinos en serie, que matan a dos o más víctimas y no pueden llevar a cabo un tercer asesinato porque son detenidos, pero su intención probada es la clara intención de seguir matando.
El periodo de enfriamiento o intervalo temporal de los asesinatos se da dentro de la fase depresiva, cuando son conscientes de que han cometido un crimen. En este estado emocional comienza a planificar un nuevo asesinato y aparecen fantasías que quiere llevar a la práctica. Cuando comete el crimen, esa ejecución material de la fantasía no le da la excitación deseada. La duración de la fase depresiva no está delimitada, pero algunos autores hablan de 30 días entre cada crimen.
No hay muchas características comunes entre los asesinos en serie, aunque podemos destacar las siguientes:
Problemas familiares. Hechos traumáticos como malos tratos, abusos sexuales, abandono, alcoholismo... provocan que el menor se encierre en sí mismo y se aísle socialmente. Esto deriva en ideas y planteamientos apartados de lo socialmente adecuado. Esta fase concluye con un proceso de desadaptación o desviación y es entonces cuando aparecen las fantasías.
Predisposición a la violencia. Maltratan animales antes de iniciar sus comportamientos homicidas. Los más habituales son seres pequeños (moscas, arañas, pájaros) para pasar luego pasar a animales más grandes (perros, gatos). Este maltrato es un indicio claro de personalidad anormal y violenta.
Pasión por el fuego. En su infancia suelen manipular enseres que generen fuego. En su juventud es frecuente que provoquen algún incendio.
Primeros delitos. Su carrera delictiva comienza en la adolescencia con hurtos, incendios y agresiones. Dependiendo de la naturaleza de los hechos puede ingresar en algún centro, del que intentará escaparse.
Hay vertientes que señalan que entre los 15 y los 18 años suelen tener contactos con la prostitución (homosexual o heterosexual), llegando a prostituirse ellos mismos. Cabe la posibilidad de que los menores de 15 años tengan relaciones sexuales con personas del sexo opuesto de mucha mayor edad y, tras la mayoría de edad, presentarán una o varias fantasías relacionadas con el motivo por el que delinquen.
El asesino en serie aspira a hacer realidad su fantasía y es normal que mezcle actos violentos y sexo. Esto es una manifestación de un pobre desarrollo social. El problema es que la práctica nunca supera a la fantasía imaginada y tras el periodo de enfriamiento intentará perfeccionar su acción. Es un ciclo cerrado. La fantasía surge en la infancia como mecanismo para aislarse de las hostilidades que le rodean. De manera inconsciente comienza a operar, aunque no se lleve a cabo hasta la edad adulta.
En cuanto al género, en EEUU un 98% de los asesinos son varones y en el resto del mundo el porcentaje baja hasta el 76%. El hecho de que el asesino sea un hombre o una mujer lleva implícitas algunas diferencias en la ejecución de los crímenes:
El hombre se desplaza para cometer los crímenes, la mujer los comete en lugares concretos.
El hombre tortura, la mujer habitualmente no.
La acción del hombre suele tener influencia de comportamiento sexual, la mujer se inclina más por el lucro.
El hombre mata por estrangulamiento, apuñalamiento, disparos o golpes. La mujer normalmente utiliza venenos o fármacos.
El hombre sigue un mismo patrón y no suele conocer a la víctima (busca un perfil relacionado con su fantasía). La mujer asesina a conocidos, familiares o personas especialmente vulnerables.
Hay 9 tipos de asesinas en serie:
Viudas negras. Su carrera criminal empieza tras cumplir los 25 años. Sus actos comportan un ciclo de asesinatos donde las víctimas más frecuentes son sus parejas, maridos, familiares o personas con las que ha entablado una relación personal. Hacen que las víctimas ingieran un veneno y esto conlleva una dificultad probatoria para incriminar el asesinato. Su móvil suele ser económico.
Ángeles de la muerte: comienzan a asesinar pasados los 21 años en una localización concreta (hospital, enfermería). El motivo es la sensación de poder que le hace sentir el que la vida o la muerte de una persona está en sus manos. Responden de manera compulsiva a su necesidad de matar. Hablan constantemente de sus crímenes como una forma de hacerse pasar por heroínas. Suelen emplear cloruro potásico para fingir ataques cardíacos.
Depredadoras sexuales. No son frecuentes. Buscan hacer realidad una fantasía sexual relacionada con la muerte. Son mujeres de más de 30 años.
Por venganza: impulsos obsesivos fundados en los celos. Suelen comenzar a matar personas cercanas tras los 22 años.
Obtención de beneficio o provecho. Su fin es específico y de naturaleza empresarial o de negocio, pudiendo incluirse el fin económico.
En grupo. Los grupos más habituales son hombre-mujer, dos mujeres o familias asesinas (dos o más personas de un núcleo familiar).
Trastorno mental transitorio e enfermedad mental en el momento de cometer el asesinato.
Sin explicación. Se desconoce el motivo o la causa.
No resueltos. No existen pruebas incriminatorias definitivas, pero se sospecha que han sido cometidos por mujeres.
Ahora que ya conocemos las características de este tipo de asesinos, os dejo un link con los asesinos en serie más sangrientos de la historia:
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