"Asertividad: yo te respeto y tú me respetas"
La asertividad es el conjunto de conocimientos y técnicas que nos capacitan para sentirnos más seguros y preparados a la hora de decir la palabra justa en el momento adecuado.
Es la capacidad de autoafirmar los propios derechos sin dejarse manipular y sin manipular a los demás.
Se trabaja desde el interior de las personas. Es la habilidad de ser claros y directos sin herir los sentimientos de los demás ni menospreciar su valía, únicamente defendiendo tus derechos como persona. Supone saber defender las propias necesidades frente a las exigencias de los demás sin llegar a utilizar comportamientos agresivos o violentos.
PARA QUÉ SIRVE
Dar una opinión, hacer una petición, pedir un favor a alguien.
Expresar emociones negativas (quejas, críticas, desacuerdos...) y rechazar peticiones sin que los demás se sientan heridos o molestos.
Mostrar emociones positivas (alegría, orgullo, agrado, atracción) y hacer cumplidos.
Preguntar por qué y sentirte con derecho a cuestionar la autoridad o las tradiciones.
Iniciar, continuar, cambiar y terminar conversaciones de forma cómoda y sin la sensación de estar ninguneando o faltando al respeto a nadie.
Compartir sentimientos, emociones y experiencias con los demás y favorecer que ellos compartan las suyas contigo.
Resolver los problemas cotidianos antes de que aparezcan emociones negativas y la situación se descontrole.
CAUSAS DE LA FALTA DE ASERTIVIDAD
En muchos casos, la educación recibida juega un papel fundamental, ya que nos decían que no debíamos anteponer nuestras necesidades por encima de los demás y eso nos obligaba a callar. Pero también hay causas externas que determinan este comportamiento:
Baja autoestima y autoconfianza. Esto se convierte en un círculo vicioso: si no te muestras asertivo verás que tus derechos y opiniones no se tienen en cuenta y te sentirás menos valioso, lo que hará que en el futuro se repita este comportamiento. Cuando no te defiendes o expresas lo que sientes haces que los demás te traten de la misma manera.
Etiquetas, roles y estereotipos. Hay roles o etiquetas que se asocian con conductas "no asertivas" y nos llevan, sin darnos cuenta, a actuar en consecuencia.
Estrés y nerviosismo. En situaciones de estrés hay una tendencia a perder el control y actuar de forma agresiva o pasiva, como si nada nos importase. Esto provoca una sensación de ansiedad en los demás y puede llevar a que nos rechacen.
Personalidad. Aunque hay una tendencia natural a actuar de una u otra manera, debido a nuestra personalidad, la asertividad se puede aprender.
Experiencias anteriores. En muchos casos, las conductas se aprenden viendo a las personas que tenemos alrededor y aprendemos a reaccionar de una u otra manera.
DERECHOS ASERTIVOS BÁSICOS
Derecho a ser tratado con respeto y dignidad.
Derecho a tener y expresar los propios sentimientos y opiniones.
Derecho a reconocer mis propias necesidades, establecer mis objetivos personales y tomar mis propias decisiones.
Derecho a cambiar.
Derecho a decir "no" sin sentirme culpable.
Derecho a pedir lo que quiero, aceptando a la vez que me lo nieguen.
Derecho a cometer errores.
Derecho a obtener aquello por lo que pagué.
Derecho a ser independiente.
Derecho a gozar y disfrutar.
Derecho a triunfar.
Derecho a ser mi propio juez.
Derecho a decidir hacerme cargo o no de los problemas de los demás.
Derecho a dar o no explicaciones sobre mi comportamiento
Derecho a no necesitar la aprobación de los demás.
Derecho a no ser perfecto.
Como cualquier otra conducta humana, la asertividad se puede aprender a base de ser consciente de ella y llevarla a la práctica. Es algo que se aprende, se entrena y se mejora. Se sustenta sobre la autoestima y la autoconfianza. La asertividad hará que te sientas más confiado y que te comuniques de manera efectiva.
Ser asertivo te dará libertad.
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