No sufras si algo no tiene importancia. Analiza lo ocurrido y verás que no es tan tremendo.
Deja de centrarte en lo negativo. Aunque todo pueda mejorar, también puedes disfrutar de lo que tienes ahora mismo.
Para triunfar no hay que ser agresivo y serio. Las personas tranquilas y relajadas también triunfan pero viviendo cada paso del proceso.
Ocúpate de tus pensamientos antes de que tomen el control. Esto te permitirá relajarte. Prueba la técnica de detención del pensamiento cuando aparezcan en tu mente.
Muestra empatía hacia los demás.
Las listas de tareas nunca se terminan porque cuando acabamos unas, añadimos otras. Intenta relajarte y disfrutar mientras las haces porque esa lista rara vez o incluso nunca se vaciará por completo.
No interrumpas a los demás y déjales tiempo para hablar. Esta actitud acelera el pensamiento y genera nerviosismo.
Haz algo bueno por los demás de manera desinteresada, sin buscar tu reconocimiento.
Deja de lado a tu ego. No siempre necesitas ser el centro de atención.
Aprende a vivir el presente.
Todo el mundo tiene algo que enseñar y si somos conscientes de ello viviremos una vida de aprendizaje continuo.
Permite a los demás tener razón y defiende tu postura de forma relajada.
Ten paciencia y practica para conseguirlo.
Aclara los malentendidos y tiende la mano a la otra parte.
Pregúntate: "¿Qué importancia tendrá esto dentro de un año?". Te ayudará a dar la importancia adecuada a cada situación.
Reconoce que la vida no es justa. Esto te librará de luchar continuamente contra las injusticias y, cuando lo hagas, será de una manera más relajada.
Permítete estar aburrido de vez en cuando. Vivimos en un mundo sobreestimulado y a veces necesitamos sentir que requiere nuestra atención.
Reduce tus niveles de estrés. Lo primero que debes hacer es ser consciente de que está ahí para luego actuar. Repítete: "La vida no es una emergencia" y echa el freno para ir haciendo las cosas poco a poco.
Dedica un rato cada día al silencio y a conectar contigo. Lo puedes hacer mediante yoga, relajación o mindfulness, con un paseo en la naturaleza, un baño relajante o cualquier otra técnica.
Es más importante comprender a los demás que hacer que ellos te comprendan a ti. La comunicación será más satisfactoria si actuamos de esta manera.
Aprende a escuchar.
Escoge tus batallas con sabiduría. Lucha solamente por aquello que es realmente importante.
Sé consciente de tu estado de ánimo y no te dejes llevar por los malos momentos.
La vida es solo una prueba en la que puedes aprender y crecer cada día.
Mira más allá de lo que se ve a simple vista.
Busca la inocencia en los comportamientos de los demás. Busca el verdadero motivo de su comportamiento.
Es mejor ser amable y no entrar en conflictos que tener razón.
Di y demuestra a los demás lo mucho que los quieres.
Practica la humildad. No necesitas decir o recordar a los demás lo mucho que vales.
No quieras hacer que todo sea perfecto porque estarás constantemente buscando la imperfección.
Acepta que existen realidades diferentes a la tuya.
Deja de justificar tus limitaciones porque sino nunca las superarás.
Deja de criticar.
Busca lo acertado en las opiniones de los demás.
Vayas a donde vayas no podrás escapar de ti mismo. Sana tu relación contigo mismo y pide ayuda si lo necesitas. Cambiar de trabajo, abandonar tu relación o irte lejos no cambiará nada. El problema está en ti.
Conduce tu coche de manera relajada. Esto mantendrá el estrés alejado y te sentirás mejor a todos los niveles.
La vida no es una emergencia. Vívela de manera relajada.
Convierte tu melodrama en un microdrama. No eres el centro del mundo. Tu vida no importa a todos, no tienes que exagerarla para tener su atención.
Haz una cosa cada vez para centrar tu atención.
Cuando te enfades cuenta hasta 10 y verás que hasta la ofensa más grande se vuelve pequeña.
Sé flexible si cambian los planes.
Piensa en lo que tienes en lugar de pensar en lo que quieres.
No hagas caso a tus pensamientos negativos
Sé feliz allá donde estés.
Cuida tu forma de ser y de actuar. Recuerda que te conviertes en aquello que más practicas.
Tus problemas son maestros potenciales que te pueden enseñar grandes lecciones.
Aprende a vivir con la incertidumbre sobre lo que sucederá mañana.
Acéptate como eres.
Deja de culpar a los demás.
Alégrate por ti y por los demás.
Cambia tu actitud hacia los problemas.
La próxima vez que discutas con alguien, intenta primero comprender su postura antes de defender la tuya.
Escucha tus sensaciones y pensamientos para saber cómo actuar.
Si alguien te pasa la pelota no tienes porqué cogerla. Los problemas son del otro, no son tuyos. De ti depende asumirlos o no.
Llena tu vida de afecto
Pregúntate: "¿Qué es realmente importante?"
Confía en tu intuición.
Ocúpate de tus propios asuntos.
Busca lo extraordinario en lo ordinario.
Ocúpate de tu interior. Buscamos la felicidad en lo externo y no nos damos cuenta de que si nuestro interior no está bien, no lo podremos lograr.
Si necesitas mejorar tu interior, entra en mi web y pide cita en www.reaccionapsicologia.wix.com/website
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