"El abuso infantil es un tipo de maltrato que se engloba dentro de la violencia infantil. Va dirigido a niños y niñas e implica la utilización del menor por parte del adulto como objeto sexual para conseguir una estimulación sexual. Comprende el contacto físico, con o sin acceso carnal, realizado sin violencia e intimidación y sin consentimiento. Genera una relación de sometimiento, poder y autoridad sobre la víctima"
Se puede definir como los contactos e interacciones entre un niño y un adulto, cuando el adulto (agresor) usa al niño para estimularse sexualmente él mismo, al niño o a otra persona. También puede ser cometido por una persona menor de 18 años cuando ésta es significativamente mayor que el niño (víctima) o cuando el agresor está en una posición de poder o control sobre otro menor.
Características observables de abuso sexual infantil:
El abusador se aprovecha de la confianza del niño así como de su superioridad causando algún tipo de consecuencia física o mental.
El abusador no necesariamente tiene que ser del sexo masculino y la víctima del sexo femenino.
También se encuentran registros de abuso sexual en niños (hombres)
Se suele dar en un entorno cercano al niño.
Siempre quedarán secuelas de tipo físico y/o psicológico.
Generalmente se dan más de una vez.
Es difícil establecer límites, pero el niño siempre sabrá cuándo un adulto rebasa ese límite.
El abusador buscará, de forma consciente o inconsciente, satisfacer sus necesidades sexuales.
Las formas más comunes de abuso sexual son: incesto, violación, vejación y explotación sexual. También incluye la solicitud indecente sin contacto físico o seducción verbal explícita, la realización de un acto sexual o masturbación en presencia de un niño y la exposición de órganos sexuales a un niño.
DATOS
Es mayor el número de niñas que sufren abuso sexual. La mayor parte de los agresores son varones heterosexuales que utilizan como estrategia la confianza, los lazos familiares, el chantaje y la manipulación para consumar el abuso.Una amplia mayoría de los agresores pertenecen al círculo social o familiar de la víctima.El maltrato infantil causa alteraciones en la salud mental y física que perduran toda la vida.Es posible prevenirlo antes de que se produzca y para ello es necesario un enfoque multisectorial.
Los programas preventivos eficaces prestan apoyo a los padres y les aportan conocimientos y técnicas positivas para criar sus hijos.La atención continua a los niños y a las familias puede reducir el riesgo de repetición del maltrato y minimizar sus consecuencias.
FASES DEL ABUSO SEXUAL
Fase de seducción. Es la etapa en la que el futuro abusador manipula la independencia y confianza del menor y prepara el lugar y el momento del abuso. En este momento, éste incita a la participación del niño o adolescente por medio de regalos o juegos.
Fase de interacción sexual abusiva. Es un proceso gradual y progresivo que puede incluir comportamientos exhibicionistas, voyeurismo, caricias con intenciones eróticas, masturbación, etc. En este momento ya podemos hablar de "abusos sexuales".
Fase de instauración del secreto. El abusador, generalmente por medio de amenazas, impone el silencio en el menor, a quien no le queda más remedio que adaptarse.
Fase de divulgación. Esta fase puede llegar o no llegar. Muchos abusos se quedan silenciados para siempre por cuestiones sociales. En caso de incesto implica una quiebra en el sistema familiar, hasta ese momento en equilibrio. Puede ser accidental o premeditada, en este último caso a causa del dolor causado a los niños o cuando llegan a la adolescencia.
Fase represiva. Generalmente, después de la divulgación, en el caso del incesto, la familia busca desesperadamente un reequilibrio para mantener a cualquier precio la cohesión familiar, por lo que tiende a negar, a restarle importancia o a justificar el abuso en un intento por seguir como si nada hubiese sucedido.
SIGNOS Y SÍNTOMAS FÍSICOS
Un gran número de niños puede no presentar signos físicos de abuso sexual. Hay otros que ponen de relieve la existencia de abuso:
Dificultad para caminar o sentarse.
Lesiones en cuello, boca, senos, nalgas, muslos...
Ropa interior manchada o rota.
Lesiones en los labios menores de las niñas.
Irritación de la zona anogenital.
Infecciones urinarias frecuentes.
Posible enfermedad venérea o de transmisión sexual.
Dificultades de defecación.
Dolor abdominal frecuente.
Lesión del himen, cicatrices, escotaduras, distorsión, disminución, restos o ausencia del himen.
Lesión en horquilla posterior.
Cicatriz en fosa navicular.
Hemorragias genitales, vulvovaginitis, infecciones urinarias recurrentes, lesiones en región anal.
Embarazo.
SIGNOS Y SÍNTOMAS PSICOLÓGICOS
Trastornos del aprendizaje.
Trastornos de la alimentación.
Trastornos de la imagen corporal.
Trastornos de la conducta, retraso mental, enuresis (escape de orina), encopresis (escape de heces)
Trastornos del carácter: irritabilidad, llanto, inquietud.
Trastornos del sueño: dificultad para conciliarlo, pesadillas, terrores nocturnos.
Miedo a determinadas personas y lugares.
Juegos sexuales reiterados que no se corresponden con la edad del niño.
Masturbación compulsiva.
Ansiedad.
Conducta de regresión a una etapa anterior (búsqueda del chupete, succión del pulgar...)
Fobias repetidas.
Vergüenza extrema.
Agresión física a otros niños.
Dependencia excesiva.
DepresiónConductas o intentos suicidas.
CAUSAS DEL ABUSO INFANTIL
Historia familiar de abuso.
Presencia de enfermedad mental o síndrome psicológico específico.
Disarmonía familiar.
Falta de educación.
Falta de control de impulsos.
Carencia de empatía.
Baja autoestima.
Trastornos físicos y psíquicos en los padres.
Farmacodependencia.
Hijos no deseados
Padre no biológico.
Inmadurez emocional.
Padres que consideran a los hijos como objetos de su propiedad.
Madre no protectora.
Ausencia de control prenatal.
Desempleo.
Bajo nivel social y económico.
Alcoholismo y drogadicción.
Promiscuidad.
Menores con malformaciones, limitaciones físicas, trastornos neurológicos...
CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS DEL ABUSO INFANTIL
Las consecuencias que generalmente se presentan son culpabilidad, inseguridad, vergüenza e impotencia. Éstas serán las causantes de que los niños presenten una serie de comportamientos más específicos como:
Creciente inseguridad en el niño.
Detrimento de su autoestima.
Problemas de sueño que incluyen pesadillas y terrores nocturnos.
Enuresis.
Depresión.
Cambio del carácter y el estado de ánimo: timidez, pérdida de interés por su apariencia...
Alta desconfianza.
Dificultad para establecer relaciones interpersonales.
Aislamiento.
Hiperactividad.
Bajo rendimiento escolar.
Lenguaje y juegos sexualizados.
Masturbación constante.
Comportamiento agresivo.
Abuso de alcohol y/o drogas.
Automutilación: se manifiesta con cortes, quemaduras o rasguños como forma de expresión del dolor, comunicando de forma no verbal los sentimientos a través del cuerpo.
Conductas autolesivas.
Estrés
Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)
Desórdenes de la alimentación tales como anorexia, bulimia u obesidad.
Incapacidad para poder sentir placer plenamente.
Disfunciones sexuales: anorgasmia, deseo sexual inhibido o, incluso, lo contrario, adicción al sexo.
Miedo a la intimidad (evita las relaciones sexuales)
Desconfianza plena.
Problemas psicosomáticos: estomacales, dolores de cabeza, problemas de sueño, dificultades para dormir, pesadillas.
Sentido de la privacidad distorsionado: no permiten que nadie los vea sin ropa o bien no respetan la privacidad de los demás.
Deficiencias psicomotoras.
Trastornos conductuales, emocionales y sociales.
Trastorno disociativo de identidad.
Delincuencia juvenil.
Tendencia a sacrificarse y a proteger a otros.
Uso inadecuado del humor.
Diversos estudios señalan que el maltrato continúa de una generación a la siguiente, de forma que un niño maltratado tiene alto riesgo de ser perpetuador de maltrato en la etapa adulta.
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